Me recuerda el título a una estrofa de la canción "Al pasar la barca". Aparte de eso, lo que sí es cierto es que en mi casa y en mi vida necesito orden. Reconozco que me caracteriza mi naturaleza desordenada. No es algo que se lleve en los genes. Mi madre ha estado siempre detrás de mí inculcándome el orden y no lo ha terminado de conseguir, y reconozco que cuando entro en casa de alguien que tiene las cosas al milímetro me sorprende en positivo y me da hasta cierta envidia; aún recuerdo la casa de una antigua compañera del colegio anterior; allí, en casa de Mari Pepa, cada cosa tenía su lugar y todo estaba perfecto. No sé si pensar en qué sí que puede haber algún componente hereditario, pues en esa familia todos eran muy ordenados. Mi hijo es como yo...pero yo no soy como mi madre. ¡Formas de ser! ¡Aunque para lo que sí tengo orden es para mis apuntes y escritos...aquellos apuntes que todos me pedían en la Facultad! Hace unos años descubrí en aquellos nuevo